Comenzamos como una clínica médica de un solo cuarto. Hoy somos una organización internacional que apoya a más de 200 mil niños. ¿A qué se debe este cambio? A continuación vemos nuestra transformación con el transcurso de los últimos 80 años.
En 1936 Holy Land Christian Mission fue fundada para proveer canastas de alimentos a las mujeres, los niños y las familias de Belén y Jerusalén. También se abrió una pequeña clínica médica para tratar infecciones y enfermedades leves.
Fue en esta década que nuestro trabajo comenzó a dar resultados realmente positivos. Como consecuencia, añadimos un orfanato y donaciones de ropa para los niños en el programa.
Tras un brote de poliomielitis en Cisjordania, ampliamos nuestros servicios médicos para ofrecer cirugías ortopédicas y terapéuticas.
Nos trasladamos a nuestra oficina central en Kansas City, donde aún nos encontramos el día de hoy. Estamos justo al lado de un gran parque, así que nuestros empleados suelen estar listos con sus binoculares para observar la vida silvestre.
Nuestra clínica médica se convirtió en un hospital que proporcionaba servicio hospitalario gratuito a los niños afectados por la poliomielitis, el pie equinovaro y otros trastornos óseos. El hospital permaneció abierto hasta 1996.
Joseph Gripkey fue nombrado director ejecutivo de nuestra organización. Bajo su liderazgo experimentamos un enorme crecimiento y expansión, además de un cambio gradual a programas laicos.
Fue una época emocionante cuando lanzamos nuestro programa de apadrinamiento infantil con nuestra primera agencia en San Lucas Tolimán, Guatemala. Para finales del primer año había 2,300 niños recibiendo ayuda. Al final de esa década apoyábamos 134 mil niños anualmente.
Fue un gran año ya que lanzamos operaciones en Kolkata, India; Manila, Filipinas, Bogotá y Cartagena, Colombia; Santa Cruz de Mao, República Dominicana; y San Pedro Sula, Honduras.
Iniciamos nuestras operaciones en Tabaco, Filipinas.
Iniciamos nuestras operaciones en Legazpi, Filipinas.
Iniciamos nuestras operaciones en Santo Domingo, República Dominicana.
Fue otro gran año porque abrimos más agencias en Barranquilla, Colombia; Quezon City, Filipinas; Quito y Guayaquil, Ecuador.
Un nuevo nombre para una nueva estrategia: Nuestro nombre ya no reflejaba el trabajo que realizábamos. Lo cambiamos oficialmente a Children International para recalcar nuestro principal objetivo: ayudar a los niños de escasos recursos por medio del apadrinamiento infantil.
Inauguramos una agencia en la zona rural de Guatemala.
Construimos nuestro primer centro comunitario en la comunidad de Asentamientos Humanos, Honduras, con el fin de crear un espacio multiuso que ayudara a cantidades más grandes de niños y ofreciera una variedad más amplia de servicios.
Nos asociamos con la Universidad de Arkansas en Little Rock para apoyar a los niños en los Estados Unidos. Nuestra alianza continúa en la actualidad con más de 3 mil niños siendo inscritos cada año.
Joseph Gripkey se jubiló y fue sucedido por Jim Cook. Bajo su liderazgo, expandimos nuestro alcance a más de 300 mil niños. Jim fue la fuerza motora que llevó al desarrollo de los programas juveniles y de empleabilidad que hoy en día representan el fundamento de nuestra estrategia de ayudar a que los niños superen la pobreza.
Con el aumento en el número de niños también hubo un aumento en el número de adolescentes. Nos dimos cuenta de que 60 mil jóvenes entre 14 y 19 años de edad lidiaban con necesidades emocionales y físicas que no estaban siendo abordadas.
Así que implementamos nuestro primer programa juvenil, el cual ofrecía capacitación en habilidades de vida, salud reproductiva, oportunidades vocacionales y orientación profesional.
Hicimos realidad un viejo sueño de expandir nuestros servicios al continente africano. Comenzamos a operar en Lusaka, Zambia, donde hoy trés centros comunitarios apoyan a más de 17 mil niños.
Iniciamos operaciones en Jalisco, México. Presentemente contamos con cinco centros comunitarios impactando la vida de unos 20 mil niños al año.
Tras el éxito de nuestros primeros centros comunitarios, concebimos una nueva generación de instalaciones que combinarían servicios para niños, adolescentes y miembros de la comunidad. Nuestra exitosa campaña de edificación comenzó con el Centro Betty Lou Dahl en Quezon City, Filipinas. Hoy tenemos más de 70 centros más modernos gracias a nuestros extraordinarios contribuyentes.
Alcanzamos un emocionante hito cuando inscribimos en el Programa a nuestro millonésimo niño —la joven Yorledis, de Cartagena, Colombia—. (A propósito, Yorledis sigue participando en el programa y siendo apoyada por el mismo padrino de siempre).
Se jubiló Jim Cook y le sucedió Susana Eshleman. Susana se integró a la junta directiva de Children International en 2004 y posee nuestra pasión por producir un cambio real y duradero en la vida de los niños de escasos recursos.
Todo cambio empieza con UNA SOLA persona. Nuestro esfuerzo combinado resulta en cambios GRANDES. Lo llamamos el poder de (cada) UNO. Este año estrenamos una nueva imagen y estrategia de programas. También pusimos particular énfasis en un solo objetivo: que cada niño se gradúe de nuestro programa saludable, educado, empleable y empoderado para superar el círculo vicioso de la pobreza.
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