Conocida por: Ser defensora de las personas más vulnerables del mundo y abogar por los niños de escasos recursos para que tengan la oportunidad de una vida mejor. Susana ha tenido una sensación de justicia moral desde que tiene memoria. De niña, Susana acompañaba a su abuelo a los sectores más empobrecidos de Paraná, Argentina, para ayudar a los demás. Ella se dio cuenta a una edad temprana de que los niños que conocía eran iguales que ella, con la excepción de haber nacido en circunstancias diferentes y con menos oportunidades. Tras conocer a niños necesitados en diferentes rincones del mundo, ella desarrolló un fuerte deseo y un firme compromiso por empoderarlos para que puedan realizar su potencial y ser agentes de un cambio positivo en sus comunidades.
Camino a CI: En los 16 años de trabajar en Hallmark, Susana tuvo diversos puestos en mercadeo, estrategia y administración. Ella se unió a la junta directiva de Children International en 2004, en donde estuvo hasta aceptar el puesto de presidenta y jefa ejecutiva de la organización en 2014. Susana obtuvo su MBA de Harvard Business School, y tiene una licenciatura en Administración de Empresas Internacionales de la Universidad de Nebraska.
Entendimiento de los valores de CI: Los valores de CI son: Vivir la misión. Ver potencial en todos y en todas partes. Las conexiones humanas importan. Siempre aprendemos. Somos responsables de impacto.
“Nuestros cinco valores están entrelazados y son elementos fundamentales que nos definen como organización y cómo creamos valor para las personas a quienes servimos”, explica Susana. “Estos valores nos impulsan y moldean nuestra cultura, incluyendo cómo tomamos decisiones, cómo interactuamos unos con otros y lo que representamos a nivel mundial”.
Pasión: Susana cree que los niños atendidos por Children International (CI) poseen riquezas que la mayoría de las personas no realizan plenamente. Los niños y jóvenes de CI son valientes, creyentes, generosos, fuertes e interconectados. Su situación de vida les da una increíble fortaleza, y su potencial es ilimitado.
“Las respuestas a los temas más grandes en el mundo, tal como el clima o la economía, las generará la siguiente generación, y depende de nosotros no echar a perder el potencial humano”, dice Susana. “Quiero mucho a los niños y jóvenes a quienes ayudamos, y cuando el cariño es lo que nos motiva, lo imposible se vuelve inevitable. Damos a nuestros niños y jóvenes las herramientas que necesitan para salir adelante, lo que cultiva y difunde esperanza. Es un honor para mí ser mensajera de las historias de nuestros niños y ser parte del movimiento por erradicar la pobreza para ellos”.
Personal: Susana vino a los Estados Unidos por primera vez como una estudiante de intercambio en su último año de secundaria. Ella conoció a su esposo, Tim, en la universidad. Ellos tienen tres hijos: James, Elton y Lucia. Además de pasar tiempo con su familia, Susana disfruta del mar y las montañas.
“Quiero mucho a los niños y jóvenes a quienes ayudamos, y cuando el cariño es lo que nos motiva, lo imposible se vuelve inevitable”.