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¿Cómo se comparan sus hábitos alimentarios con los de nuestros niños apadrinados? Vea lo que ocho niños y jóvenes de Children International típicamente consumen en el espacio de un día.
Sharick, de 7 años de edad, vive con su abuela, su mamá y su hermano en una casa cerca de un criadero de caballos en Barranquilla, Colombia.
Las comidas de la familia constan principalmente de frutas: bananos, guayabas, tomates y jugo de melón. Ellos cenan con alas de pollo, arroz y cebolla.
En Guayaquil, Ecuador, el desayuno generalmente incluye café o té, plátano frito y pan.
Para el almuerzo, el plato fuerte es una sopa, como la sopa de pollo enfrente de Jordy, de 11 años de edad. Casi siempre hay arroz para el almuerzo y la cena, y puede incluir pollo o pescado.
Tennyson, de 8 años en Lusaka, Zambia, posa con los ingredientes que su familia usa para preparar sus comidas diarias. Las bebidas incluyen tazas de agua, té negro y munkoyo, una bebida energética zambiana elaborada en casa.
El tazón blanco en el centro contiene nshima, un alimento básico de Zambia hecho de harina de maíz y agua. Junto con quimbombó cocido, frijoles y chibwabwa (hojas de calabaza), estos platos típicos constituyen todo lo que esta familia de cuatro personas consume en un día.
Lizbeth (derecha), de 11 años, sus tres hermanas menores y su madre Sandra viven en la comunidad de Lloa, a unos 40 minutos de Quito, Ecuador. Sandra típicamente prepara una sola comida al día.
Estos tazones contienen morocho, una bebida de maíz condimentada. Pan de soya y maíz tostado completan su alimento diario.
Lizbeth dice que le encanta el maíz tostado, ya que le da mucha energía. Ella a veces lo lleva a la escuela donde lo comparte con sus compañeros y maestros.
Althea, de 15 años, comienza su día con pan, café con leche y agua. Entre comidas, esta joven de Tabaco, Filipinas, come bizcochos con más café con leche.
El arroz es un ingrediente básico del almuerzo y la cena. Viene acompañado por un caldo de pescado y banano para el almuerzo, y con pako —un helecho— cocido en leche de coco para la cena.
Edwin, de 11 años de edad, comparte un diminuto cuarto en Quezon City, Filipinas, con sus cinco hermanos y ambos padres. Su padre, quien trabaja como guardia de seguridad, genera ingresos muy limitados; por eso la familia generalmente no desayuna nada. Cuando son afortunados, los vecinos les dan a los niños café o pan antes de ir a la escuela.
Galletas de arroz y pescado son alimentos básicos en este hogar. La familia también consume al día unas 2 libras de arroz de baja calidad. A veces pueden costear una mezcla de verduras, fideos instantáneos baratos o una lata de sardinas. La mamá de Edwin dice que ella a veces se salta comidas para que sus hijos puedan comer.
Poonam, de 9 años, su hermano Kartick, y sus padres viven en Sahay, India y solo pueden costear dos comidas al día, lo que significa que racionan sus almuerzos para dejar algo para la cena.
El desayuno consta principalmente de panta bhaat, arroz sobrante de la noche anterior que se mezcla con agua, ají verde, cebolla, sal y una cucharada de aceite de mostaza (en la botella a la derecha). Gracias a su accesibilidad económica, este aceite es un ingrediente común para las familias necesitadas como la de Poonam, y es usado para cocinar casi todas las verduras y el pescado.
El almuerzo incluye arroz, legumbres hervidos, cebolla y chile frito, tomates, papas y tallos de calabaza, la cual crece en el techo de su casa. Para cenar, la familia come lo que sobra del almuerzo.
El café es el producto de mayor exportación de Honduras, así que no es inusual que forme parte de la comida diaria de Stephani, de 13 años de edad, su hermana menor y su mamá.
La baleada es un desayuno típico en San Pedro Sula. Parecidas a los tacos mexicanos, las baleadas son hechas con tortillas de harina, frijoles, queso crema, huevos revueltos, chorizo y más. Para el almuerzo y la cena, la familia come pan dulce, chorizo, plátano maduro, sopa de pollo, tortillas, frijoles, arroz y queso blanco.
Fotos y asistencia investigativa por Patricia Calderón, Barranquilla, Colombia; Patricia Huerta, Guayaquil, Ecuador; Audrey Hamayanda, Lusaka, Zambia; Andrés Rosero, Quito, Ecuador; Leo Ganace, Tabaco, Filipinas; Carmelinda Carpio, Quezon City, Filipinas; Shane Alliew, Kolkata, India; Jesús Almendárez, San Pedro Sula, Honduras