- Perspectivas mundiales
- Momentos felices
Mi niñez fue difícil, ya que mis padres se separaron cuando yo tenía un año, diez meses. Mi papá se fue para Barranquilla, dejando a mi madre muy enferma.
La situación económica no era la mejor. [Mi madre] salía todas las mañanas conmigo para la casa de sus amigas donde ayudaba en los quehaceres del hogar, y como retribución nos daban alimentos. Luego trabajaba como empleada doméstica con la condición que le dejaran estar conmigo. De esta manera cubría mis necesidades. Mi abuela materna por su parte siempre nos apoyó.
Vivíamos en una comunidad sin muchas oportunidades, con problemas de seguridad, violencia y saneamiento.
Lo que recuerdo con gran admiración y cariño eran los cuidados y el amor tan grande que mi madre siempre me expresaba, sin importar la situación por la que pasara. Siempre añoré el amor de mi padre.
Cuando tenía 5 años, llegó a la comunidad Children International. Me inscribieron y en poco tiempo ya había aparecido un ángel que me apadrinara. ¡Qué felicidad!
Cuando recibí mi primer regalo me emocioné. Hasta ese momento no sabía lo importante que sería Children International en mi vida.
Todos los regalos los recibía con mucha alegría. Igual la atención médica, odontológica, los medicamentos siempre fueron oportunos. Todo esto me hacía sentir mejor y más segura.
Este apoyo y el amor de mi familia ayudaron a que fuera más fácil cumplir mis sueños. Al ver el sacrificio que hizo mi madre me daban más fuerzas para salir adelante y poder cambiar mi historia. Siempre quise ser enfermera y Children International me ayudó a hacer este sueño realidad.
Hora de sonreír: “Aunque tengo una niña y soy madre soltera, puedo suplir sus necesidades y ayudar a mi madre.”, explica Cindy alegremente.
Gracias a Dios y a Children International por darme la oportunidad de estudiar mediante la beca HOPE. Ahora soy auxiliar de enfermería. Me destaqué por ser la mejor estudiante porque tenía muchas ganas y quería cada día superarme más y más.
Estoy trabajando actualmente como auxiliar de enfermería por segundo año consecutivo. Me siento muy feliz de haber contado con la ayuda de Children, ya que estos contribuyeron a la realización de mis sueños.
Estuve en el programa de jóvenes. Participé en los talleres los cuales me fortalecieron mucho. Aprendí que podemos superarnos si lo queremos, que la pobreza se puede vencer, a valorarnos como personas, a tener un proyecto de vida y a trazarnos metas. Me divertí mucho jugando, compartiendo en grupo, y siendo tolerante y responsable.
Este programa me ayudó a tener claras mis metas y tratar de alcanzarlas no importa las dificultades que se presenten.
Haber estudiado auxiliar de enfermería y ejercerla significa cambiar mi historia —una historia llena de amor, pero con muchas necesidades económicas—.
Ahora mi vida es diferente. Aunque tengo una niña y soy madre soltera, puedo suplir sus necesidades y ayudar a mi madre. Mi meta futura es continuar con la profesionalización de mi carrera, para ofrecerle a mi hija un buen futuro, sin olvidarme de darle mucho amor. Ayudar a mi familia, a mi mamá, a mi padrastro (quien me brindó un amor de padre) y a mis hermanos de los cuales siempre he recibido un amor incondicional y que me dan fortalezas para seguir adelante.
Mi sueño: ser enfermera jefe o pedagoga infantil.
Quiero servir a la gente y trabajar con los niños y niñas.
Muchas gracias Children International y padrinos. Que Dios les bendiga.
Fotos y apoyo investigativo por Marelvis Campo, Coordinadora de comunicaciones, Cartagena.