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Antes de la pandemia global de COVID-19, el buen lavado de las manos estaba salvando vidas y previniendo enfermedades sin mucha fanfarria. De hecho, se calcula que a nivel mundial el hábito higiénico de lavarse las manos con agua y jabón reduce el número de muertes asociadas con la diarrea hasta en 50%.
En Children International, hemos visto prueba de la correlación entre el lavado correcto de las manos, la buena salud y vidas salvadas. Es parte de un currículo de salud preventiva que hemos implementado desde 2017.
En tiempos normales, el programa de lavado de manos incluye sesiones de seguimiento individualizadas, en las cuales instructores observan los hábitos de los participantes para asegurarse de que estén empleando técnicas correctas. Con el distanciamiento social todavía siendo implementado, nuestras voluntarias imparten sesiones de educación sanitaria a los residentes mientras éstos obtienen agua de fuentes públicas.
Dadas las prácticas del distanciamiento social, información vital como ésta también está siendo difundida por medio de videos cortos creados por jóvenes líderes de salud. Además de estos videos, algunos grupos juveniles han seguido teniendo discusiones sobre medidas preventivas para COVID-19 por medio de WhatsApp y Facebook. Estos grupos han elegido a representantes que comparten sus aprendizajes a través de llamadas directas y mensajes de texto a personas que no pudieron participar regularmente.
En un reporte reciente publicada por nuestra agencia en Zambia, aprendimos que se realizaron 30 sesiones de educación sanitaria en 30 fuentes de agua en el plazo de una semana, alcanzando a más de 2 mil residentes, 709 padres de familia y 535 niños y jóvenes apadrinados.
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