Los estudios han demostrado que la educación lleva a infancias más sanas, reduce la probabilidad de comportamientos riesgosos, disminuye las tasas de embarazo juvenil, y, por último, prepara a los estudiantes para el éxito en sus mercados laborales locales. En resumen, la educación es una fuerza antipobreza que pone a los niños y jóvenes rumbo a la superación. Es por esto que la educación es una de las cuatro áreas de impacto clave de Children International.
Sin embargo, el obtener una educación se ha vuelto mucho más difícil durante la pandemia del COVID-19. Las familias de escasos recursos que perdieron sus fuentes de ingresos diarios durante la pandemia enfrentaron nuevas dificultades, tal como no poder costear las matrículas y los útiles escolares. Asimismo, las clases a distancia son un nuevo obstáculo porque en muchas de las comunidades el servicio de internet es deficiente y los aparatos móviles son difíciles de conseguir.
Puede que los Estados Unidos esté esperando un año escolar más “normal” este otoño, pero la situación sigue incierta para muchos estudiantes en situaciones de pobreza a nivel mundial. Nuestros programas están diseñados para ayudar a los niños y jóvenes a permanecer en la escuela mientras haya una pandemia y después de que los casos disminuyan.
Para mantener a los niños aprendiendo y por el buen camino, el apadrinamiento brinda oportunidades educacionales importantes que incluyen becas y subsidios académicos, refuerzo escolar virtual y talleres en línea para ayudarles a no atrasarse en sus estudios. Los niños que carecen de acceso a la tecnología pueden recibir asistencia con planes de servicio de datos, libros y materiales didácticos para completarse en casa.
Coraima es una alumna de secundaria de 16 años de edad en la República Dominicana. Cuando sus clases pasaron a un espacio virtual, Coraima hizo lo posible para mantener el ritmo. Al principio, ella usaba su mascarilla para ir al centro de internet cercano para asistir a clases. Luego, pudo conseguir un teléfono móvil para estudiar sola y más a salvo, a pesar de las capacidades limitadas de su teléfono. Los apagones, la falta de servicio de internet fiable, y la carga incompleta de archivos han sido frustrantes para Coraima, quien suele ser una alumna diligente. Muchas veces tuvo problemas para cargar sus tareas, pero buscaba mantenerse positiva y estudiando, a pesar de no poder entregar sus tareas a tiempo.
“Siempre me estresaba mucho el adjuntarlas [las tareas] y no poder enviarlas”, dice Coraima. “A veces los profesores creen que es haraganería tuya, pero tú sabes que sí quieres cumplir con eso. Entonces, tú tener esa dificultad de que no puedas hacer lo que tú quieras en verdad es súper incómodo”.
Gracias al apoyo del apadrinamiento, Children International pudo ayudar a Coraima con su acceso al internet, para que pudiera conectarse a sus clases virtuales con mayor facilidad. “Eso me ha ayudado bastante porque hay veces que tú no tienes donde conectarte”, dice ella, “y esa ayuda que te dan es muy grande”. Este último año, Coraima también tomó un taller de escritura creativa llamada “Cuéntame un cuento” ofrecida por su centro comunitario local. “Ahí yo fui un poco más abriendo la mente porque eso te ayuda a ti más a explotar tu creatividad”, dice ella. “Y es muy chulo”.
Coraima no es la única que tiene dificultad para continuar con sus estudios por internet. De hecho, casi 1/3 de los estudiantes en todo el mundo no pueden participar en aulas a distancia, debido a la falta de tecnología, acceso al internet y recursos escolares. Personal a nivel mundial está abordando la brecha digital al dar a los estudiantes planes de datos, mantenimiento de aparatos electrónico y orientación para desenvolverse en nuevas plataformas en línea. La mayoría de nuestros programas de educación han podido continuar virtualmente, entre ellos nuestras populares clases de tecnología.
La solución inteligente de un padre de familia
Bayron, 14, y Reina, 11, viven en Guatemala con sus padres y tres hermanos menores. Para seguir asistiendo a clases en línea, el apadrinamiento de Bayron y Reina les brindó aparatos móviles y planes de datos —pero no tenían ni una sola señal en su casa—. Su padre, Lisho, tuvo una idea: mirar hacia arriba. Él construyó una casita del árbol donde Bayron y Reina pudieran estudiar y encontrar una señal para hacer sus tareas y divertirse.
Conozca más sobre los programas educacionales de Children International.
Esteban estaba a tan solo dos semestres de graduarse de la secundaria cuando llegó la pandemia. Sus sueños de ir a la universidad para sacar su maestría en química ambiental parecieron alejarse a medida que él y sus hermanos a duras penas compartían sus teléfonos móviles, hacían trabajos pequeños para cubrir el costo del servicio de internet y se motivaban a seguir adelante.
Lo que más frustró a este becario HOPE fue la manera en que estaba siendo perjudicada la calidad de su educación.
“[Sabía que] no íbamos a aprender lo mismo en línea que de forma presencial, porque así no estaba estructurado el modelo educativo”, dice Esteban.
“Y pues dicho y hecho, me preocupaba más por entregar a tiempo, más por la calificación, que por aprender; esa fue mi mayor impresión”.
En fin, Esteban pudo usar el dinero de la Beca HOPE para comprar un plan de datos y útiles escolares que le permitirían estudiar desde su casa. Su familia también recibió asistencia directa de Children International cuando sus padres estaban desempleados. “Nos han estado brindando constantemente apoyo de despensas”, dice Esteban. Su hermano pudo recibir una tableta y a una beca para estudiar inglés por medio de su propio apadrinamiento. “Han estado muy al pendiente de las familias”, dice Esteban. Él ha estado asistiendo virtualmente a talleres de habilidades laborales y vocacionales mientras continúa tomando sus clases de secundaria.
Sin apoyo, muchos estudiantes como Esteban corren el riesgo de atrasarse en sus estudios. Los estudiantes de países de ingresos medios y bajos perdieron el equivalente de cuatro meses de aprendizaje desde el inicio de la pandemia, comparado con solo seis semanas en zonas de ingresos más altos. A medida que la pandemia continúa, los programas de refuerzo escolar ayudarán a los alumnos a comprar los artículos necesarios para la educación a distancia.
La lucha de una estudiante durante la pandemia
Shirley, de 7 años, y su familia fueron aisladas al comienzo de la pandemia en Ecuador. Ellas dependieron de un vecino con teléfono móvil para acceder a las tareas escolares de Shirley a través de WhatsApp. Martha, la madre de Shirley, dijo que a veces ni ella entendía las tareas y le preocupaba que Shirley se atrasara. “A veces me daba miedo que mis niños no aprenderían nada”, recuerda Martha. “Yo lloraba”. Gracias al apadrinamiento de Shirley, ella pudo vincularse con tutor virtual que le ha estado ayudando con conocimientos de la matemática, el español y el inglés. Mediante su beca escolar de Children International, Shirley también pudo conseguir un pupitre, para tener un lugar donde estudiar. “Ella no tenía dónde poner su cuaderno para escribir”, dice Martha. “Ahora hay suficiente espacio... ella tiene todo en orden”.
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Comentarios
rgfischoff
sep 7, 2021
Children International continues to be plucky, determined and resourceful during the pandemic! Applause!
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