Todos hemos sentido el impacto de la pandemia de COVID-19. En Estados Unidos, estamos lentamente pasando a una vida postpandémica y comenzando a procesar los cambios y las pérdidas que hemos vivido.
Sin embargo, la pandemia aún presenta un riesgo para las comunidades de muchos de nuestros niños y jóvenes. Las familias en situaciones de pobreza continúan siendo afectados por la pérdida de ingresos económicos y la falta de oportunidades de trabajo. Muchas familias no saben cuándo sus hijos regresarán a la escuela, o cuando su situación mejorará. Una distribución dispareja de la vacuna y la falta de recursos públicos hacen difícil controlar el virus para los países de bajos ingresos, los cuales también sufren atrasos económicos. Los expertos advierten acerca de una “pandemia binaria”, la cual perjudicará a las personas de escasos recursos económicos durante años mientras que en las naciones más desarrolladas la gente volverá a la “normalidad”.
La comunidad mundial está haciendo un esfuerzo por distribuir la vacuna a todos. Mientras tanto, las madrinas y los padrinos de Children International están brindando un sistema de protección a los niños y jóvenes que viven en la pobreza.
Durante la pandemia, el apadrinamiento se ha convertido en algo mucho más impactante y necesario. ¿Por qué? Porque el apadrinamiento da a los niños y jóvenes lo que necesitan para sobrevivir hoy mismo y las herramientas para alcanzar un futuro próspero. En los momentos de crisis durante la pandemia, los niños y jóvenes apadrinados tienen a quién acudir. Ya sea que sus familias necesiten comprar víveres o necesiten ayuda para conectar a clases en internet, ellas saben que no enfrentan solas estos obstáculos.
Estas son 5 maneras en que el apadrinamiento infantil está generando un impacto inmediato y esencial:
Muchas de las comunidades que atendemos tienen un acceso limitado a servicios médicos, dentales y psicológicos. La pandemia creó más presión en dichos recursos limitados, dificultando aún más el acceso a los mismos por parte de las familias que los necesitan. El apadrinamiento hace que la atención médica sea más accesible. Clínicas médicas y dentales ofrecen consultas virtuales y (cuando es posible) presenciales, derivan a familias a especialistas externos, contribuyen a la cobertura de servicios, y educan a las familias sobre comportamientos saludables. El apadrinamiento brinda también acceso a atención psicológica, incluyendo terapia y programas de bienestar emocional que enseñan técnicas de resiliencia, las cuales son importantes a medida que los niños y jóvenes afrontan situaciones estresantes provocadas por la pandemia.
Colombia
Erick se lesionó su dedo gordo del pie jugando fútbol en otoño de 2020. Él y su madre intentaron tratar la herida en su casa, pero su dedo seguía inflamándose y eventualmente le salió un nudo. Erick sufría mucho dolor y le era difícil caminar. Los centros de salud pública estaban saturados a causa de la pandemia, entonces era difícil conseguir una cita.
A través del apadrinamiento, Erick fue atendido por un médico de Children International, quien lo derivó a un dermatólogo para que le extirpara el nudo. El apadrinamiento garantizó que el tratamiento de Erick, y los análisis necesarios para confirmar que el nudo no fuera canceroso, fueran gratuitos para su familia. En menos de un mes, su dedo había sanado y Erick jugaba fútbol nuevamente.
Erick, 14, Joven apadrinado
COLOMBIA
En 2020, el apadrinamiento ayudó a proporcionar dos paquetes de asistencia directa a las familias apadrinadas. Este dinero en efectivo fue entregado sin estipulaciones; las familias podían usarlo para sus necesidades más urgentes en aquellos momentos: alimentos, alquiler, gastos educacionales y más. Mientras la pandemia persista, cada familia de Children International continuará recibiendo dos paquetes de asistencia directa al año, para ayudarle a sobrellevar los efectos de la pandemia.
Zambia
Al quedar desempleados sus padres, Mutale comenzó a recolectar y vender botellas de plástico de la calle para comprar comida.
“No tenía otra opción más que ayudar a mis padres a ganar dinero”, dice Mutale. “Me sentía mal al no poder quedarme en casa como los demás niños de mi comunidad. A veces me daba miedo contraer alguna enfermedad”, dice Mutale.
A través de su apadrinamiento, Mutale y su familia recibieron cupones para la compra de víveres, jabón y zapatos. Este apoyo económico ayudó a que los padres de Mutale se recuperaran y abrieran un pequeño quiosco de verduras que hoy cubre sus gastos más básicos.
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Mutale, 14, Joven apadrinado
ZAMBIA
La educación es clave para superar la pobreza, pero la pandemia ha creado retos para los estudiantes vulnerables. Los toques de queda han forzado las clases a pasar a un espacio virtual, pero muchas de las familias con quienes trabajamos no cuentan con acceso fiable al internet o teléfonos móviles. A los padres de familia que perdieron su trabajo se les hace difícil costear las matrículas y los útiles escolares, y mucho menos un plan de internet. Algunos niños abandonan sus estudios para encontrar trabajo y apoyar económicamente a sus familias. Mediante el apoyo de madrinas y padrinos, nuestros equipos locales han vinculado a los estudiantes con becas, tecnología de educación a distancia y otros materiales didácticos. Las sesiones virtuales de refuerzo escolar y otras oportunidades de enseñanza en internet están ayudando a que los niños y jóvenes se mantengan al día con sus estudios. Nuestro personal local también adaptó programas al espacio virtual, para que los niños y jóvenes pudieran continuar desarrollando habilidades prácticas por medio del deporte, el arte, la música, el liderazgo y más.
India
Pawan es conocido por ser un estudiante atento y serio, pero cuando las escuelas comenzaron a cerrar, tuvo que encontrar nuevas formas de aprender. Pawan extraña ver a sus amigos en la escuela y poder hacer preguntas en persona a sus profesores. Él ha estado participando en tutorías grupales virtuales, hechas posible gracias a su apadrinamiento.
“Para mantener el mismo ritmo, estudiaba en casa y por medio de tareas que Children International me enviaba por WhatsApp”, explica Pawan. “Las tutorías grupales me ayudaron con mis estudios. Ahora mismo, todas las escuelas están cerradas, pero una vez que abran nuevamente, podré seguir el plan de estudios”.
Su padre y madre quedaron desempleados a causa de la pandemia; el padre de Pawan empezó a vender mascarillas para llegar a fin de mes. A veces Pawan le ayuda con la venta. Su familia ha recibido ayuda directa de Children International, otro beneficio del apadrinamiento.
Pawan Das, 13, Joven apadrinado
INDIA
Un equipo local de empleados y voluntarios cualificados se encuentra en el corazón de cada comunidad de Children International. Cuando comenzó la pandemia, estos equipos no sólo tuvieron que averiguar cómo seguir ofreciendo sus actuales programas y servicios a distancia, sino que también tuvieron que desarrollar respuestas totalmente nuevas a los nuevos retos del COVID-19. Todas nuestras agencias crearon grupos de trabajo para coordinar con los gobiernos locales y otras ONG para abordar las necesidades de nuestros niños y jóvenes ocasionadas por la pandemia. Asimismo, todos nuestros equipos iniciaron esfuerzos proactivos para mantenerse en comunicación periódica con las familias apadrinadas. Estas llamadas se convirtieron en un servicio vital durante los toques de queda y los tiempos inciertos. Los equipos continuarán contactándose con las familias para verificar su bienestar según se prolongue la pandemia.
Directora de Agencia - Santo Domingo, República Dominicana
El personal de Sofia Betances y cuerpo de voluntarios en Santo Domingo sabían que era preciso mantenerse en contacto con los niños y jóvenes apadrinados después de que la pandemia obligara los centros comunitarios a cerrar sus puertas al público.
“Al comienzo de la pandemia, no teníamos los números de teléfono de todas nuestras familias apadrinadas ni una manera de comunicarnos con ellas que no fuera en persona o por medio de voluntarios”, explica Sofía.
Su equipo entró en acción, creando estrategias para mantener una comunicación bidireccional a pesar de los toques de queda. Ayudaron a conseguir planes de datos y dispositivos móviles para las familias sin acceso al internet. Identificaron aplicaciones y programas que podían ayudar al equipo a comunicarse y continuar con sus programas virtualmente. Por último, programaron llamadas periódicas y grupos virtuales para mantener conectadas a las familias tanto con Children International como entre sí mismas.
"Todo lo anterior nos obligó a reinventarnos y redestinar nuestros recursos, fijando nuevas prioridades y siendo mucho más eficaces", dice Sofía. Nada de este trabajo local sería posible sin el apoyo de nuestros padrinos.
Sofía Betances, Directora de Agencia
SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA
Por último, el apadrinamiento ofrece el beneficio más grande de todos: la esperanza. Los niños y jóvenes apadrinados y sus familias nos han dicho —y siguen diciendo— que el apoyo y el ánimo que les dan sus padrinos ha sido de suma importancia durante esta crisis. Saber que hay alguien en el mundo que no sólo ayuda a cubrir sus necesidades básicas, sino que también les motiva, es algo muy valioso. Los padrinos son una fuente de esperanza para los niños que viven en la pobreza y una prueba tangible de que son importantes en la vida.
Guatemala
Además de la ayuda educativa que ha recibido, Litzy dice que lo mejor de ser apadrinada son las cartas que intercambia con su padrino, el Sr. Jeremy.
“Él es lo mejor que me ha pasado estando aquí”, dice Litzy. “Aunque no lo conozca, siento que está aquí conmigo... Él me ha ayudado con todo”.
Durante la pandemia, el apadrinamiento de Jeremy ha dado a Litzy asistencia económica como víveres, sesiones de terapia psicológica y una subvención educacional para la compra de útiles escolares.
“Cuando tuvimos que comprar útiles ecolares, no teníamos mucho dinero”, recuerda Litzy. Cuando llegó su beca educativa, ella y su madre se sorprendieron y se sintieron aliviadas. "Fuimos a comprar los materiales que faltaban y ese día lloré mucho. No podía creer lo mucho que me ayudó en ese momento en que tanto lo necesitaba".
Litzy dice que el Sr. Jeremy, en sus anticipadas cartas, le anima a seguir estudiando. Espera poder conocerlo en persona algún día.
Litzy, 13, Joven apadrinada
GUATEMALA
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