Estamos colaborando con los donantes para acabar con la pobreza

ARRIBA: La presidenta y directora ejecutiva de Children International, Susana Eshleman (centro), viajó recientemente a Guatemala con un grupo de inversionistas sociales (a la derecha), quienes conocieron a un graduado de Children International y su familia (a la izquierda).

Unas cuantas veces al año, viajo por el mundo con grupos de donantes de Children International, a quienes llamamos inversionistas sociales. Me encantan estos viajes porque suelen cambiar la vida de las personas que me acompañan sobre el terreno y ven de primera mano cómo sus donaciones están creando un impacto duradero. Mis invitados siempre regresan con un nuevo e inspirador nivel de aprecio por la forma en que sus contribuciones impulsan a los niños y jóvenes a los que servimos hacia futuros prometedores.

Estos inversionistas quedan a menudo impresionados por las grandes necesidades de las comunidades a las que prestamos servicios y por las condiciones en las que viven los niños, los jóvenes y las familias. También quedan sorprendidos por el poder transformador y la amplitud de nuestros programas. Ofrecemos apoyo en las áreas de salud, educación, empoderamiento a través del desarrollo de habilidades para la vida y empleo. Otra cosa que es muy difícil de transmitir en papel, pero muy fácil de ver en persona, es cómo Children International realmente crea comunidad, aliento, valor y esperanza a través de la forma en que implementamos nuestro programa. Hay algo casi mágico —sinceramente, aparentemente imposible— que sucede cuando los niños y jóvenes reciben apoyo y ánimo durante sus dos primeras décadas críticas de vida a soñar con futuros que jamás habían considerado posibles.

Los donantes de Children International (también conocidos como inversionistas sociales) agradecieron la oportunidad de visitar a los cuidadores de algunos jóvenes participantes.

Los donantes son testigos de cómo los niños pasan de ser víctimas de sus circunstancias a convertirse en protagonistas empoderados de su propio futuro, con un gran deseo y la capacidad de devolver el bien a su comunidad.

Esto ocurrió más recientemente durante un viaje a la agencia de Children International en Guatemala. Los ocho inversionistas sociales que me acompañaron conocieron al apasionado y comprometido personal y presenciaron el poder transformador del sistema de CI. Las palabras no me sirven para describir lo que se siente al ver esto en acción, pero uno no puede evitar que le recuerden y le animen profundamente la resiliencia del espíritu humano y lo que podemos hacer posible cuando trabajamos juntos para invertir en los niños, los jóvenes y sus familias.   

En un viaje lleno de momentos destacados, uno especialmente memorable ocurrió cuando almorzamos con siete jóvenes adultos que completaron nuestros programas y ahora tienen entre 20 y 30 años. Sus profesiones van desde director de escuela primaria y presentador de una emisora de radio hasta empresarios de industrias relacionadas con el diseño de vestuario y la restauración. Todos ellos participaron en el programa final de CI, Hacia el Empleo, que les dotó de las habilidades técnicas, de vida y de búsqueda de empleo necesarias para encontrar un trabajo sostenible. Hasta el 80% de los graduados de este programa encuentran un trabajo dentro de los seis meses posteriores a la finalización y pueden duplicar o triplicar sus ingresos familiares. Nuestro sistema de transformación para niños y jóvenes es muy poderoso, y Hacia el Empleo es el cambio radical que los saca de la pobreza, creando un efecto dominó positivo en las generaciones futuras de sus familias y en sus comunidades.

Los graduados de Children International que están prosperando en sus carreras disfrutaron de un almuerzo con Susana y los inversionistas sociales que la acompañaron en Guatemala, incluido el presidente de la junta, Adam Newsome (extremo izquierdo).

Debido a que estos graduados están rompiendo el ciclo de la pobreza con el apoyo de Children International, sus hijos e hijas no necesitarán nuestro programa. Ellos compartieron un ardiente deseo de retribuir la ayuda recibida y describieron cómo ofrecen orientación a los participantes actuales de Children International y realizan voluntariado en sus comunidades locales.

Nuestros inversionistas sociales se marcharon de aquel almuerzo sin palabras y muy inspirados. Estos jóvenes personifican nuestro objetivo organizacional más importante: jóvenes seguros de sí mismos, equipados con la mentalidad, las herramientas y las habilidades necesarias para alcanzar sus metas, tener un empleo sostenible y ser un multiplicador positivo del bien en su comunidad. Nunca me canso de ver las pruebas de cómo sucede esto. Es un privilegio y un honor formar parte de un sistema de personas —niños, jóvenes, sus familias, personal, voluntarios en el país e inversionistas sociales— que se unen para hacerlo realidad.